La Ley Federal de Telecomunicaciones
es para mí, en general, una evolución de la Ley Federal de Radio y Televisión,
evolución obligada por los grandes cambios tecnológicos y sociales acontecidos
en los últimos años, sin embargo aún queda trabajo por realizar debido a que
Internet sigue sin regularse del todo aún.
Cita el artículo séptimo de la
presente ley:
La
presente Ley tiene como objetivos promover un desarrollo eficiente de las
telecomunicaciones; ejercer la rectoría del Estado en la materia, para
garantizar la soberanía nacional; fomentar una sana competencia entre los
diferentes prestadores de servicios de telecomunicaciones a fin de que éstos se
presten con mejores precios, diversidad y calidad en beneficio de los usuarios,
y promover una adecuada cobertura social.[i]
Son cuatro rasgos entonces los que la
Ley va a fijar su mirada de acuerdo a sus objetivos y que a continuación
trataré de interpretar.
Comenzado con promover el desarrollo
eficiente del campo, la Ley tiene una estructura bastante clara en cuanto a su
organización, la que deja en evidentes atribuciones de poder a la Comisión
Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), que hasta hace unas semanas existía y
que ahora se ve reemplazada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones
(IFETEL) con prácticamente las mismas atribuciones. La Ley busca entonces con
esta forma de organización la eficiencia de las telecomunicaciones en el país,
bajo la oportuna vigilancia del organismo.
En cuanto al segundo objetivo, el Estado
es el propietario de todo el espectro radioeléctrico dependiendo directamente
de la Secretaría de Gobernación y para dar más en el clavo es la Cámara de
Senadores quien en última instancia elige a los representantes que presidirán
los diferentes organismos reguladores de las telecomunicaciones.
Con esto, el gobierno pretende proteger
la soberanía nacional en este aspecto, aunque también en las concesiones,
limitadas exclusivamente para empresarios mexicanos y la participación
extranjera, que no debe exceder el 49 por ciento a excepción del servicio de
telefonía celular.
Lograr mejores precios, calidad y
diversidad es el tercer objetivo de esta Ley, que mediante la correcta y justa
licitación de concesiones pretende fomentar una sana competencia entre las
empresas participantes. Para llegar a esto, la presente Ley fija reglas claras
sobre las concesiones que se dan mediante convocatorias y multando, sancionando
o revocando derechos a quien así les pareciere justo.
Y por último, el cuarto objetivo que va
dirigido a promover una adecuada cobertura social se limita a dos artículos
directamente (50 y 51) y se sintetizan a que la SCT “procurará” dar servicios
de telecomunicaciones en cada rincón del país, con esta “procuración”,
considero, no se compromete a nada y no existen garantías de que de verdad
exista la completa cobertura social y lo constatamos actualmente en la realidad
de las poblaciones alejadas de las urbes de nuestro país, que si no se les
aseguran sus derechos básicos de agua potable, alimentación y educación, mucho
menos van a tener una cobertura de telecomunicaciones amplia.
En conclusión esta Ley parece ser un
perfecto complemento a la Ley de Radio y Televisión, tiene más vigencia aunque
también es incompleta ante los nuevos descubrimientos en el ramo que cada día
están a la alza.
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