XALAPA, Ver., (apro).- La Procuraduría General de Justicia de
Veracruz (PGJE) confirmó que dos sacerdotes de la parroquia San
Cristóbal del municipio de Ixhuatlán de Madero, en la huasteca
veracruzana, fueron asesinados en las primeras horas de este viernes.
El
homicidio de los curas Hipólito Villalobos Lima y Nicolás Cruz Martínez
ocurre a menos de dos meses de la denuncia que hizo el obispo de
Apatzingán, Michoacán, Miguel Patiño Velásquez, en el sentido de que la
delincuencia organizada se ha apoderado de alcaldías y ha corrompido a
policías en la entidad.
De acuerdo con el procurador de Justicia
de Veracruz, Amadeo Flores Espinoza, esta tarde fueron detenidas cuatro
personas que podrían estar vinculadas con el homicidio de los prelados,
uno de los cuales fue asesinado con arma blanca y, el otro, por asfixia.
El
funcionario estatal explicó que los primeros datos que se tienen
arrojan que los integrantes de la Iglesia católica habrían sido
ejecutados en el interior de la casa parroquial, ubicada a unos cuantos
metros del Palacio Municipal y de la comandancia policíaca.
“Ya se
integró un grupo especial de agentes investigadores para el
esclarecimiento total de los hechos. Las cuatro personas detenidas ya
están rindiendo su declaración ante el Ministerio Público”, subrayó el
fiscal a través de un comunicado.
Por separado, la Diócesis de
Tuxpan, Veracruz, señaló que los sacerdotes fueron encontrados sin vida
en el “curato” de la iglesia.
“Con profunda pena comunicamos la
información recibida por parte del padre Humberto Arce: Los padres de la
parroquia de San Cristóbal en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, (…) fueron
encontrados hoy en la mañana, asesinados en el curato”, puntualizó en
un comunicado.
El padre Hipólito tomó posesión de la iglesia de
San Cristóbal Ixhuatlán el 3 de diciembre de 2012, y ese mismo año
arribó a esa parroquia el vicario Nicolás Cruz.
El pasado 28 de
septiembre, un sacerdote fue atacado a machetazos por un sujeto cuando
iba a recibir la eucaristía, en el municipio de Ciudad Isla, también en
Veracruz.
Los hechos ocurrieron cuando el párroco Tomas Alonso
Martínez daba misa en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada
frente a las oficinas del ayuntamiento.
Los feligreses se formaron
para recibir la eucaristía, y cuando intentó dársela a un hombre, este
sacó un machete y atacó al sacerdote, gritándole que era el
“’anticristo” y que había acudido al templo para hacer justicia.
El
sacerdote fue internado en una clínica de la ciudad con lesiones
profundas en el brazo y pierna izquierda, además de golpes en la cabeza,
que no pusieron en peligro su vida.
El agresor, identificado como Fernando “N”, El Gato,
fue detenido por elementos de la Policía Municipal, quienes
determinaron que al momento del ataque estaba bajo los influjos de
alguna droga.
El pasado 15 de octubre, el obispo de Apatzingán,
Michoacán, Miguel Patiño Velásquez, hizo pública una carta en la que
indicó que el crimen organizado se ha apoderado de alcaldías y ha
corrompido a policías.
En esa misma misiva, el prelado dio su voto
de confianza a las autoridades, para acabar con el flagelo de la
inseguridad, pero cuestionó los pocos resultados obtenidos hasta ahora.
Además, el pasado 31 de octubre encabezó una peregrinación para pedir por la paz en el municipio.
El
hecho ocasionó diversas reacciones, entre ellas que el obispo fuera
resguardado por elementos militares en las instalaciones de la XLIII
zona militar, ante un inminente ataque del crimen organizado.
En
este sentido, el párroco encargado de la catedral de Apatzingán,
Salvador González, dio a conocer que al menos siete párrocos de la
región urbana de ese municipio han sufrido amenazas y presiones por
parte de grupos del crimen organizado.
En la misiva, Patiño
Velásquez señaló que aunque se trata de comunidades pequeñas y se sabe
quiénes son los delincuentes, nadie ha hecho nada.
Las autoridades posiblemente saben dónde están los criminales, pues “no es asunto de ahora ni es misterioso”, afirmó.
En Tamaulipas, el párroco Carlos Ornelas Puga desapareció desde el pasado domingo 3 y hasta ahora nadie sabe su paradero.
De
acuerdo con un vocero de la Iglesia católica de la entidad, el cura
asignado a la Diócesis de Ciudad Victoria fue privado de su libertad por
un grupo de hombres armados cuando terminó de oficiar una misa en el
municipio de Jiménez.
Las autoridades tamaulipecas, añadió,
ignoraron la denuncia interpuesta ante la Procuraduría General de
Justicia del estado, y fue hasta cuatro días después del plagio cuando
decidieron actuar.
Relató que el 7 de noviembre un convoy de
policías estatales fue enviado a la localidad para investigar el hecho,
pero los uniformados cayeron en una emboscada.
En otro hecho, el clérigo Santiago Álvarez Figueroa
desapareció el pasado 27 de diciembre cuando se
dirigía a la comunidad
de Paredones, en el municipio de Jiquilpan, Michoacán, tras haber
oficiado una misa.
Las autoridades han descartado que
la desaparición del religioso haya sido producto de algún accidente
automovilístico e incluso él y el vehículo en que viajaba han sido
buscados en carreteras y barrancas de la zona, sin ningún resultado.
Tras
la desaparición del cura, la Diócesis zamorana detalló que la última
vez que se supo del sacerdote fue el 27 de diciembre, al filo de las
21:00 horas, cuando se comunicó vía telefónica con una monja para
decirle que se dirigía a Paredones por la carretera federal, en donde se
perdió todo rastro.
Ante esta situación, religiosas, sacerdotes,
familiares y fieles de la región de Jiquilpan y Jacona se han organizado
para intentar dar con el clérigo.
Además, fue interpuesta una
denuncia penal ante la Subprocuraduría Regional de Zamora, que investiga
la desaparición, sin ningún avance hasta el momento.
En el
gobierno de Felipe Calderón fueron asesinados 12 sacerdotes, alrededor
de 162 fueron amenazados de muerte en un solo año y aproximadamente mil
fueron víctimas de extorsión, según un estudio elaborado por la Iglesia
católica, titulado: “Creciente agresión contra sacerdotes en México”.
Manuel
Corral, vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el
máximo organismo de la jerarquía católica, comentó con preocupación:
“Los grupos del crimen organizado buscan amedrentar a todos. Ya tienen
bajo su control a muchas autoridades gubernamentales y policiacas. Ahora
intentan doblegar a las autoridades eclesiásticas, a todo religioso que
pueda tener cierto liderazgo”.
Las entidades con mayor incidencia
de crímenes contra sacerdotes son el Distrito Federal, Chihuahua,
Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Hidalgo, Aguascalientes,
Coahuila y Puebla.
*Con información de Proceso.
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