viernes, 4 de octubre de 2013

Me enamoras Machado




Es tu música, es tu café, es tu ambiente, tu arquitectura, tu kiosco, tus luces lo que me enamora.

Las siete de la noche, acudo atento al llamado de la soledad de estar en un lugar desconocido, con personas desconocidas y donde todo es nuevo; este lugar se llama Mazatlán, localizado al sur del estado de Sinaloa y famoso en el país por sus hermosas playas, sin embargo hay lugares que llaman bastante la atención fuera del contexto costero y uno de éstos es la Plazuela Machado.

Comienza en el kiosco a salir la armoniosa melodía Piel canela, del compositor puertorriqueño Félix Manuel Rodríguez Cappó “Bobby Capó” y que inmortalizó el comediante mexicano “Tin Tan”  

Que se quede el infinito sin estrellas
O que pierda el ancho mar su inmensidad
Pero el negro de tus ojos que no mueran
Y el canela de tu piel se quede igual.



En la pequeña y acogedora plazuela, acompañado de un café americano en la mano y un cigarrillo entre los dedos, escucho tan armoniosa melodía y siento esa rara sensación de la soledad sin estar solo.

Es la gente, es el sonido, tal vez las tenues luces que parecen parpadear al ritmo de las notas que hace este lugar una sucursal del cielo.

Si perdiera el arcoíris su belleza
Y las flores su perfume y su color
No sería tan inmensa mi tristeza
Como aquella de quedarme sin tu amor.

El pausado caminar de las personas aparenta que aquí se olvidan las preocupaciones, los problemas y los rencores. Las sonrisas de los meseros de los cafés que dan contorno y estética a la plazuela parecen sinceras, más que invitarte a sentarte en una de sus mesas, te invitan a pasar un placentero momento.

Pero prefiero sentarme en una jardinera, justamente a la izquierda del kiosco en donde ya suena el estribillo de la melodía…

Me importas tú y tú y tú,
Y solamente tú y tú y tú,
Me importas tú y tú y tú
Y nadie más que túúúúú.

Arte, cultura, visitantes, nativos, artistas y amantes en un solo lugar, he aquí de nuevo ése sentir de la soledad sin estar solo, es bueno y agradable pues se convierte en uno de esos lugares que te motivan a escribir.

No es el paraíso, pero es cercano, este lugar parece gritar, pero gritar tranquilidad y armonía ¿raro, no? Sin embargo es esa mezcla de emociones la que provoca tan inusual plazuela.

Ojos negros, piel canela
Que me llegan a desesperar
Me importas tú y tú y tú
Y nadie más que túúúú.

Musas van, musas vienen, es la belleza mazatleca vestida de mujer, repito, no es el paraíso pero es cercano.
 
Se termina la canción, la gente aplaude y aunque pareciera terminar todo, apenas lo hacen las letras pero el ambiente, los sonidos, las luces y la gente no, esperan la siguiente melodía y recobrar los sentimientos que te transportan a una época pasada, la de los famosos boleros que, aunque no se haya vivido se siente como tal.

*Fotos tomadas de Internet.

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